lunes, 6 de agosto de 2012

SALTAR DE LA CAMA,,solociencia

Seguro que cuando alguna vez se ha levantado por las mañanas su cuerpo no le ha acompañado en el gesto natural de salir de la cama, es como si un peso o un ancla lastrara sus músculos para evitarle ponerse en movimiento.

La depresión, el sufrimiento por problemas e emocionales no resueltos, pueden hacer que levantarse se convierta en una odisea para la que es más fácil renunciar que combatir y salir adelante. Pero hay maneras de darnos a beber esos tragos amargos, con cambios, simples cambios estéticos. Sí, estéticos, pero cambios que funcionan y que nos ayudan a encontrar una parte de la motivación que necesitamos.

Se sorprendería de las ventajas que tiene, por ejemplo, cambiar de lugar para dormir, de dormitorio, o aún más, hacer cambios en la posición de la cama o en la de las cortinas que dejan pasar o no la luz del día que nos viene de la calle.

Despertarse cada día contemplando el mismo diseño de cortinas del que conoce hasta los detalle de cada una de sus formas, sólo le devolverá esa deprimente sensación de que todo sigue igual.

Piense que los cambios no son sólo necesarios en la vida de una persona, sino que en un sentido puramente emocional, representan toques de frescura, son refrescantes, incluso cambios tan simples como esos, los de sustituir las cortinas que ya conocemos o la perspectiva que tenemos desde la cama. Haga cambios.

Esos cambios conseguirán retirarle la atención de su problema emocional y captarle el interés en otra cosa, de otra forma. Pero vamos a buscar soluciones ¿no le parece? Si se levanta con esa temida y hasta angustiosa sensación matinal, siga estos pasos.



Flickr Creative Commons TijsB
Primero. Levántese de inmediato, no espere más en la cama, no hace nada allí, desactive el chip de los recuerdos duchándose, bebiendo algo caliente, desayunando, poniéndose esa música alegre que tanto le gusta. Y si el tiempo está bueno, salga a la calle, pero no espere en la cama a que le venga la inspiración para hacerlo, movilícese.

Segundo. No se quede en la cama hasta que sus sensaciones corporales le digan que ya se puede levantar. Usted es el que gobierna a su cuerpo, a su mente, y no al revés ¿Un esfuerzo de voluntad? Claro que sí, de eso se trata de ponerla en juego.

Tercero. Ya le hemos comentado que puede ser importante cambiar el sentido de la orientación de la cama, pero afine más. Cuando la reoriente, colóquela en la dirección de una ventana, de forma que pueda ver el exterior cuando se levante. Será un estímulo deseable. Esa visión le alentará.

Cuarto. Y ya que va a hacer cambios con la cama, que la va a mover de sitio, ¿por qué no hace otros cambios más radicales? Mueva todos los muebles de lugar, cámbielos de orientación, genere un nuevo escenario matutino para sus despertares. Eso será también un estímulo, téngalo por seguro.

Quinto. Un consejo que nada tiene que ver con los cambios físicos. Por encima de todo, haga el ejercicio de aceptar, de aceptar su situación. No se desmoralice por las mañanas esperando a que mejore su realidad. Y recuerde que una mañana que no arranca, que física y mentalmente puede ser difícil, no tiene porqué significar un día complicado y también difícil.

Cambios que funcionan como resortes para saltar de la cama.

UN DISPOSITIVO PARA ESCRIBIR CON LOS OJOS,bbcscience

 


cursivaojosUno de los retos de la tecnología es encontrar soluciones para que las personas sin movilidad en los brazos puedan escribir y comunicarse. Un equipo de científicos de la Universidad Pierre y Marie Curie de París ha dado un paso más para conseguir ese sueño diseñando un dispositivo que permite escribir en letra cursiva a través del movimiento controlado de los ojos.

El invento, que se publica en la revista Current Biology, consiste en una serie de discos distribuidos en la pantalla sobre un fondo gris. Estos discos pueden reflejar el movimiento del ojo, de modo que se puede seguir tanto el desplazamiento como la velocidad y convertir la información en letras y números `dibujados´.

Para usar el dispositivo basta entrenar al ojo para controlar a voluntad sus movimientos. "Contrariamente a la creencia actual, se puede obtener el control completo y voluntario de estos movimientos de los ojos", ha explicado a SINC Jean Lorenceau, uno de los autores.
Este avance puede mejorar la calidad de vida de muchas personas privadas de movilidad en las extremidades, como aquellas que padecen esclerosis lateral amiotrófica, con quienes el equipo de científicos empezará a hacer pruebas el año próximo.

SINDROME DE CORAZON DE ATLETA

El síndrome del corazón del atleta

En temas de salud, los atletas dan que hablar. Posiblemente hayas oído hablar del pie de atleta, una infección común del pie causada por un hongo. ¿Sabías que también existe el corazón del atleta? Pues ahora lo sabes. Sigue leyendo y descubre más detalles sobre esta condición que a veces desarrollan los deportistas que se entrenan de manera excesiva.
El corazón es el músculo encargado de bombear la sangre para que circule por todo el cuerpo. Y así como los demás, él también se fortalece con el ejercicio. Por eso, muchos atletas y deportistas que entrenan en exceso (más de una hora por día, la mayoría de los días de la semana) pueden desarrollar lo que se conoce como síndrome del corazón del atleta.
El síndrome del corazón del atleta no es más que una adaptación de este músculo al esfuerzo físico extremo que requieren los entrenamientos. En general no da síntomas, pero un especialista puede detectarlo porque se caracteriza por cambios en la estructura del corazón.
Sin embargo, esta condición no es peligrosa para quienes hacen deportes. Muchas personas creen que el síndrome del corazón del atleta puede ser el causante de los casos de muerte súbita de los deportistas que mueren repentinamente durante el juego o el entrenamiento de los que a veces se escucha. Sin embargo, el síndrome del corazón del atleta no tiene nada que ver con esa situación fatal, que en general es provocada por un problema cardíaco más serio.
¿Por qué se produce el síndrome del corazón del atleta? Como te decía anteriormente, el corazón es un músculo que se fortalece a medida que entrenas y se va adaptando para poder responder a las necesidades de tu cuerpo frente al entrenamiento. Así, por ejemplo, los ejercicios aeróbicos, como correr, nadar y andar en bicicleta pueden hacer que el corazón se vuelva más grande, para poder bombear más sangre en cada latido. Por su parte, los ejercicios de resistencia o de fuerza, como levantar pesas, aumentan el poder de bombeo engrosando las paredes del corazón.
Y eso no es todo, no sólo el corazón se vuelve más grande y grueso, también cambia el ritmo cardíaco o pulso, que se vuelve irregular (arritmia). También una persona con el síndrome del corazón del atleta podría tener las pulsaciones más lentas, por ejemplo, 35 a 50 pulsaciones por minuto cuando está en reposo (a diferencia del ritmo normal, que es de alrededor de 60 pulsaciones por minuto).
Además, los impulsos eléctricos pueden tomar rutas extrañas a través del corazón, causando resultados anormales en los electrocardiogramas (un electrocardiograma, también denominado ECG o EKG es un examen que sirve para monitorear el funcionamiento del corazón y permite identificar los problemas más comunes, como arritmias, lesiones, infartos o miocarditis).
Todas esas señales características del denominado corazón del atleta son peligrosas para las personas sedentarias, que no hacen deportes ni entrenamiento físico de ningún tipo. Sin embargo, para los deportistas que entrenan de manera excesiva, el síndrome del corazón del atleta no representa un riesgo ni necesita tratamiento.
De todos modos, es importante distinguir si la persona tiene el síndrome del corazón del atleta (que generalmente no necesita tratamiento), para así poder detectar si tiene algún otro tipo de anomalía (anormalidad) en su corazón, que si requiera tratamiento.
Actualmente, los especialistas continúan investigando este tema y algunos usan las mismas pruebas que emplean para detectar el corazón del atleta, para ver la respuesta del corazón de las personas sedentarias que comienzan a hacer ejercicios. De ese modo, los especialistas (y los pacientes) pueden determinar los beneficios de la actividad física para un corazón que responde correctamente a las exigencias del deporte y, de ese modo, puede mantenerse más flexible y sano, durante más tiempo.

9 CONSEJOS PARA GANAR PESO,vida ysalud

9 consejos para ganar peso de forma saludable

Aunque la mayoría de las personas luchan por mantenerse en forma y perder peso, hay otras que no logran engordar ni un gramo a pesar de que se esfuercen por comer de todo. Si eres de los que no pueden subir de peso y eso se ha vuelto realmente un problema para ti, aquí te damos algunas recomendaciones para que logres tu objetivo sin poner en riesgo tu salud.
Cuando hay que hacer equipo en la universidad, Mercedes y Julián son la dupla perfecta y siempre obtienen buenas calificaciones. Pero en cuanto a la dieta, las cosas cambian. Cada vez que se reúnen a estudiar, él llega comiendo sus papitas y tomando su soda preferida. Al poco tiempo ya está comiendo nuevamente, galletitas, un emparedado, cualquier cosa. Ella, en cambio, sigue tomando té con edulcorante y, si le da hambre, elige una fruta de la estación.
A Mercedes le cuesta mucho mantener su peso. Julián, en cambio, no puede engordar ni un gramo aunque que no pare de comer. ¿Es eso malo? No siempre. Muchas personas asocian el estar extremadamente delgado con la falta de salud, porque hay enfermedades que provocan pérdida de peso. Sin embargo, eso no tiene por qué ser un problema, a menos que el sistema de defensas del cuerpo se encuentre debilitado.
En esos casos, las personas tienen más posibilidades de sufrir infecciones, de tener complicaciones en caso de que requieran una cirugía, y de no poder recuperarse de una enfermedad con la misma velocidad que las personas cuyo sistema de defensas funciona eficientemente. Además, las personas que son extremadamente delgadas tienden a tener poca masa muscular y la composición del cabello, los dientes y la piel no es la ideal. También pueden tener problemas con la habilidad de su cuerpo para regular las hormonas y para proteger la salud de sus huesos. En el caso particular de las mujeres, hasta es posible que dejen de menstruar.
¿Por qué se les dificulta a algunas personas aumentar de peso? Las razones, en este caso, también son variadas. A veces es una cuestión genética. Otras veces, hay quienes no pueden engordar por falta de apetito o cambios en el metabolismo. Asimismo, algunos pierden masa muscular más rápido debido a otros factores como enfermedades (la diabetes por ejemplo, puede hacerte adelgazar), el dolor crónico, la depresión, el estrés y el efecto de algunas drogas.
Todas estas condiciones de salud pueden ser un motivo para que la persona necesite o quiera aumentar de peso. Otras razones pueden ser la necesidad de tener energía para hacer un deporte específico, los deseos de desarrollar músculos o simplemente tratar de mejorar la apariencia.
En todos estos casos, si lo que quieres es ganar peso, es importante que lo hagas de manera saludable. No es cuestión de sentarse a comer cualquier cosa “que engorde” sino de seleccionar los productos más nutritivos que te permitan desarrollar masa muscular sin poner en riesgo tu salud.
Para que puedas cumplir tu objetivo, a continuación te damos 9 consejos para subir de peso de manera saludable:
  1. Come cada tres horas y trata de incluir una variedad de nutrientes cada vez que lo hagas, aún cuando se trate de bocadillos entre comidas. Recuerda siempre incluir proteínas, carbohidratos y grasas. Por ejemplo: yogurt con frutas y galletas con mantequilla de maní.
  2. Consume calorías de fuentes apropiadas. Las grasas son de las que más calorías aportan, pero debes tener cuidado de que no sean grasas saturadas, para evitar que se eleve tu nivel de colesterol. Elige grasas de origen vegetal, como nueces y almendras, aceite de oliva, aguacates (palta), aceitunas, pescados y otros alimentos ricos en calorías, vitaminas y minerales, en vez de productos con mucha grasa o azúcar (como los que come Julián, con sus papas fritas y la soda).
  3. Incluye muchas proteínas en tu dieta. En este caso, también deben ser de fuentes adecuadas. Elige productos bajos en grasa animal: selecciona las carnes magras, pero las nueces y las semillas son saludables.
  4. Bebe mucho líquido. Los licuados de fruta son ideales porque aportan vitaminas, minerales y calorías. Puedes agregarles leche o yogurt bajos en grasa para aumentar las calorías que consumas.
  5. Aumenta las calorías de tus comidas. Otra clave para lograrlo es agregar huevos, por ejemplo, al puré de papas, a la sopa y a los batidos.
  6. Si te sientes satisfecho(a) muy pronto, prueba dejar de beber durante media hora antes y después de cada comida o tomar un pequeño trago de alcohol para que te abra el apetito (pero ten cuidado, recuerda que tomar alcohol en exceso puede ser perjudicial para la salud).
  7. Toma una cena tardía o come algo nutritivo antes de ir a dormir. Así el cuerpo no necesita tomar las calorías que necesita de las que consumió durante el día, ya que en ese momento, las células se están regenerando y reparando.
  8. Duerme suficiente para que los músculos puedan reconstruirse adecuadamente. Distintas investigaciones han comprobado las ventajas para la salud de dormir bien y de dormir el número de horas necesarias.
  9. Mantén una rutina de ejercicios y de entrenamiento físico. Si bien los ejercicios de resistencia son los que te permiten desarrollar masa muscular, no te olvides de los aeróbicos, que también son saludables.
Con estas sencillas recomendaciones ya puedes comenzar tu nuevo plan alimenticio. Recuerda que a veces el problema puede ser alguna otra condición de salud o el efecto de algún medicamento. Si crees que esas pueden ser las razones que no te dejan engordar, entonces quizás no sea sólo cuestión de hacer dieta sino de combatir esas causas. Consulta con tu médico para que pueda asesorarte y que despeje todas tus dudas.