sábado, 25 de agosto de 2012

DEPRESION SILENCIOSA

Depresión silenciosa
La mitad de los casos de depresión enmascarada o somatoforme podrían pasar desapercibidos
Por JOSÉ A. RODRÍGUEZÚltima actualización: 22 de agosto de 2012Los síntomas más evidentes de las personas que sufren depresión enmascarada no son ni la tristeza ni la melancolía. Se quejan, sobre todo, de problemas como dolor de espalda o fatiga generalizada, señales que a menudo confunden al especialista. Ello hace que el diagnóstico y el inicio del tratamiento adecuado se retrase, con el peligro de que el trastorno se vuelva crónico. Puede afectar también a la población infantil y esconderse tras conductas agresivas, problemas en el aprendizaje o dolor de cabeza. En este artículo se explican los síntomas de la depresión enmascarada o somatoforme en niños, adultos y ancianos.La depresión enmascarada es una forma de afección silenciosa, pero que puede ser devastadora para la salud emocional y física de la persona. Esta enfermedad es uno de los principales problemas de salud de la sociedad actual. La mayoría de las personas están familiarizadas con sus síntomas más característicos: apatía, tristeza, alteraciones en el sueño, pérdida del apetito, disminución del deseo sexual.... Son signos que afectan a la esfera psicológica, pero también puede tener manifestaciones físicas. Depresión enmascarada: tras el especialista adecuadoUna depresión enmascarada o somatoforme se expresa, sobre todo, con síntomas físicos, que pueden encubrir los psicológicos. Las manifestaciones más habituales de esta afección, como la tristeza, se ocultan por otros signos más asociados a la esfera física, como cefaleas, algias, parestesias, vértigos, trastornos cardiacos y problemas digestivos. Cuando la persona que sufre estos síntomas acude a su médico de Atención Primaria, el especialista se centra en ellos. Muchos pacientes ni siquiera verbalizan que se sienten especialmente tristes o apáticos. Y cuando lo hacen, puesto que su principal queja es física, es habitual que el médico infiera que la alteración psicológica está causada por el problema físico y no al revés. síntomas de depresión y se estima que pasan desapercibidos hasta un 50% de los casos. Esto supone un innecesario coste sanitario en tratamientos erróneos, a la vez que se impide que el paciente recupere rápido su salud física y psicológica. Por este motivo, se ha bautizado a la depresión somatoforme como la 'frustradora de especialistas'. Los pacientes deambulan de un especialista a otro, a la espera de que alguno dé con el origen de su malestar. Por otro lado, cuando un especialista sospecha que detrás de las quejas físicas podría haber una depresión enmascarada, detecta un problema añadido: la resistencia del paciente a aceptar el diagnóstico. Las personas que sufren este trastorno, a menudo, no conectan bien con sus sentimientos y emociones. En las sociedades avanzadas, los síntomas físicos están mejor aceptados, menos estigmatizados, que los psicológicos. Es más sencillo decir que a uno le duele la cabeza, que reconocer que está triste y se siente solo. Por eso, una de las vías que elige la enfermedad para manifestarse es la física. Como consecuencia, si el afectado lleva mucho tiempo tras un diagnóstico sin atender a la verdadera naturaleza de su problema, es probable que el trastorno se cronifique. En cambio, los psiquiatras saben que, según algunos estudios, el 70% de las personas que sufren depresión inician la enfermedad con síntomas físicos. Una vez realizado el diagnóstico correcto, tanto los malestares físicos como los psicológicos mejoran con el tratamiento. Depresión enmascarada en la infanciaEste tipo de depresión también afecta a los niños. Los síntomas más característicos son: hiperactividad, conducta agresiva, conductas antisociales y trastornos del aprendizaje. Es típico que se quejen, sobre todo, de dolor de barriga y de cefalea o que muestran alteraciones del ánimo, propias de la depresión habitual, que tapan las manifestaciones anteriores. Durante buena parte del siglo XX se consideraba que la depresión no era un trastorno que afectara en la infancia. Cuando en 1972 se comprobó que también los más pequeños podían sufrirla, la depresión infantil se bautizó como 'depresión enmascarada' por los psiquiatras Leon Cytryn y Donald H. McKnew. En la actualidad, se acepta que los niños pueden sufrir tanto este tipo de enfermedad silenciosa, como otra forma de revelación del trastorno. Depresión encubierta en ancianosDe la misma manera, debido al aumento de la población anciana, se han puesto de manifiesto algunos problemas de salud asociados al envejecimiento, como los trastornos psiquiátricos. Manuel Martín Carrasco, secretario de la Sociedad Española de Psiquiatría y director del Instituto de Investigaciones Psiquiátricas, señala en un artículo que la prevalencia de trastornos psiquiátricos en los ancianos oscilan entre el 15% y el 20%. Además, destaca que la enfermedad psiquiátrica en los mayores tienen unas características especiales. Entre ellas, que los síntomas y manifestaciones de los posibles trastornos psiquiátricos también quedan enmascarados por el proceso de envejecimiento normal. Por este motivo, es complicado hacer un diagnóstico preciso en el campo de la psiquiatría geriátrica. Depresión y distimiaLa distimia es una de las formas más frecuentes de la depresión enmascarada, que se muestra de forma leve aunque crónica. Los motivos más habituales de consulta al médico entre los pacientes que sufren trastorno distímico son los siguientes:• Molestias gastrointestinales.• Cansancio, astenia, fatiga.• Dolor de espalda.• Pérdida de apetito.• Pérdida del deseo sexual.• Dolores de cabeza.• Problemas de sueño.• Despertar temprano (insomnio tardío).Compartido e imagen de Marc van der Aa por www.vidapositiva.comFuente: http://www.consumer.es/

STRESS Y CORAZON FEMENINO

trabajos con mucho estrés perjudican el corazón femenino
Un nuevo estudio relaciona las presiones laborales y el estrés con los problemas cardíacos que pueden sufrir las mujeres. Descubre más detalles sobre este análisis y cómo cuidar la salud de tu corazón.
Hoy en día, cada vez más mujeres ocupan posiciones importantes en las empresas y en la sociedad. Eso es algo muy positivo y un gran avance para las mujeres que hoy alcanzan lugares de poder que solían ser exclusivos de los varones.
Sin embargo, todo tiene su lado negativo, y junto con las responsabilidades del trabajo (independientemente del puesto que ocupan) también ha aumentado el estrés entre las chicas, que deben repartirse entre el hogar y el empleo, lo que puede provocar varios problemas de salud.
La salud del corazón, por ejemplo, es una de las que puede verse afectada. Si antes los ataques cardíacos eran una preocupación casi exclusiva de los hombres, ahora la situación ha cambiado y este problema no hace distinciones de sexo.
Este ha sido precisamente el tema de un análisis reciente, publicado en el medio especializado PLoS One, y en el que unos investigadores del Brigham and Women’s Hospital de Boston, han estudiado la influencia de las preocupaciones y el estrés en el trabajo sobre la salud del corazón de las mujeres.
Los científicos examinaron e hicieron un seguimiento de los datos de 10 años, de más de 22 mil mujeres de alrededor de 57 años de edad que tomaban vitamina E o aspirina para prevenir problemas cardiovasculares y cáncer, que participaron en el Estudio de Salud de las Mujeres.
Luego de dividir a las mujeres en cuatro grupos de acuerdo al nivel de estrés que afirmaron tener en sus trabajos (pasivo, activo, de poca tensión y de mucha tensión), los investigadores encontraron que quienes tenían empleos muy activos o de mucha presión demostraron casi un 40 por ciento más posibilidades de tener algún problema del corazón. Por ejemplo, las que tenían mucha presión laboral sufrieron más infartos que las que tenían empleos tranquilos.
Además, los especialistas consideran que los trabajos estresantes pueden contribuir a aumentar los riesgos de desarrollar enfermedades cardiovasculares, no sólo como respuesta al estrés, que puede provocar hipertensión y síndrome metabólico, sino también porque impulsan a las mujeres a adoptar conductas que van en contra de su salud, como fumar, beber o a deprimirse.
Aunque todavía es necesario contar con más investigaciones sobre este tema, los riesgos para el corazón de las mujeres son un hecho. Por eso, si todavía crees que los problemas cardíacos son una preocupación exclusiva de los varones, es hora de que comiences a olvidar ese mito y a prestarle más atención a tu corazón, pues en verdad, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte entre las mujeres, incluso más que el cáncer.
Recuerda que los síntomas de un ataque al corazón en las mujeres pueden ser diferentes que en los hombres y no siempre se presenta con el típico dolor en el pecho o en el brazo izquierdo y la falta de aire.
A veces puede parecerse a una indigestión y las mujeres (y algunos médicos) no le dan la importancia que se merece. Otros síntomas que no se parecen en nada a los tradicionales son:
  • Mucho cansancio sin causa aparente
  • Sudoración
  • Mareos
  • Náuseas o vómitos
  • Dolor de cuello, de espalda, de hombros o de quijada
Por eso, es importante que estés informada y atenta a las señales que pueda darte tu cuerpo, ya podría tratarse de un ataque al corazón, sobre todo si perteneces a lo que se denomina “grupo de riesgo”.
¿Cómo puedes saber si tú estás en riesgo? Es muy probable que lo estés, si cumples con las siguientes características:
  • No haces ni siquiera 30 minutos diarios de actividad física, aunque sea caminar
  • Tienes riesgo de desarrollar diabetes o has tenido esta condición durante alguno de tus embarazos
  • Tienes sobrepeso
  • Fumas
  • Estás estresada o deprimida
  • Has entrado en la menopausia (haz dejado de tener tus ciclos menstruales por un año o más, en esta etapa los niveles de estrógenos están más bajos)
  • Tienes el síndrome metabólico: cuando tienes una combinación de presión arterial alta (hipertensión), niveles elevados de azúcar y/o triglicéridos altos en la sangre, y acumulación de grasa en el área del abdomen
  • Tienes antecedentes familiares de problemas cardíacos
La buena noticia es que puedes adoptar muchos hábitos saludables que te ayuden a mantener la salud de tu corazón, como seguir una buena alimentación acompañada de una rutina de ejercicios. Habla con tu médico sobre este tema y pídele asesoramiento para armar un plan de salud que se adapte a tus necesidades y te ayude a contrarrestar la tensión y el estrés en el trabajo. Por más exitosa que seas en tu medio laboral – y qué bueno que así sea- no debes pagarlo a costa de la salud de tu corazón.
Imágen © iStockphoto.com / carl swahn