jueves, 20 de septiembre de 2012

EL VIRUS DEL NILO OCCIDENTAL.vida y salud mayoclinic

El virus del Nilo Occidental se originó en Uganda, Africa. Esta enfermedad se está extendiendo por el mundo entero y llegó a Norteamérica en 1999. El brote del virus del Nilo Occidental este año es posiblemente el mayor experimentado en los Estados Unidos desde que se detectó por primera vez en este país. Como no hay un tratamiento especial para él, combátelo con la mejor medicina: toma todas las medidas necesarias para que ni tú ni tu familia lo contraigan.
El virus del Nilo Occidental (VNO) es una enfermedad infecciosa transmitida, en la mayoría de los casos, por la picadura de mosquitos que lo han contraído previamente al alimentarse de aves infectadas. Muchas veces la infección por este virus no da síntomas y se cura solo, pero si entra en el cerebro, puede ser mortal. También puede causar problemas en el sistema neurológico graves, como encefalitis (inflamación del cerebro) o meningitis (inflamación del tejido que rodea el cerebro y la médula espinal) con consecuencias permanentes.
Este año, el brote del virus en los Estados Unidos ha aumentado con relación a los años anteriores. Hasta fines de agosto, se habían reportado en 38 estados 1,118 casos, incluyendo 66 muertes. Según el Departamento de Servicios Estatales de Salud de Tejas, es precisamente Tejas el estado más afectado, con 586 casos reportados y 21 muertes (en el período de 2003 a 2011 sólo se reportaron 10 muertes). También se han visto bastante afectados los estados de Luisiana, Misisipi y Oklahoma. Y se espera que en especial Luisiana, Misisipi y Alabama se vean todavía más casos después del paso del huracán Issac por la zona, debido a las inundaciones y a la gran cantidad de agua estancada, ocasionadas por las intensas lluvias.
No se sabe con exactitud por qué el brote de este año es mucho peor que el del año pasado, pero según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC por sus siglas in inglés), puede deberse a la confluencia de varios factores. El aumento del calor en particular parece fomentar los brotes del virus. Los CDC están también investigando si el virus puede haber mutado (cambiado) a otra forma más peligrosa.
El mayor riesgo de contraer el virus del Nilo Occidental en los Estados Unidos ocurre de junio a septiembre, pero los cambios en la temperatura, el número de mosquitos infectados y las precauciones que se tomen pueden influir en los brotes. El mayor riesgo de desarrollar infecciones serias a causa del virus lo tienen las personas mayores de 50 años, sobre todo las que padecen otras condiciones como cáncer, diabetes, hipertensión y problemas renales.
En general, alrededor del 80% de las personas afectadas no desarrolla ningún síntoma, y un 20% experimenta síntomas leves. Menos del 1% desarrolla enfermedades neurológicas, como encefalitis o meningitis, que pueden dar lugar a parálisis o dificultades cognitivas irreversibles o que perduran por años, o que incluso pueden llevar a la muerte. Este año, sin embargo, el 56% de los casos reportados se han clasificado como neuro-invasivos (que afectan el sistema neurológico). No se sabe si se debe a que en otros años no se han reportado todos los casos de infección del virus, o si hay un aumento real de estas condiciones graves.
El virus se propaga a los humanos y a los animales como los caballos, por ejemplo, a través de la picadura de los mosquitos que anteriormente han picado a aves infectadas. Pero es importante que sepas que el virus no se trasmite por contacto entre los animales infectados a los humanos, o de persona a persona. Como sí puede propagarse mediante una donación de órganos o de una transfusión sanguínea, toda la sangre donada en los Estados Unidos se revisa cuidadosamente para asegurarse de que el virus del Nilo Occidental, entre otros, no está presente en ella. Existe alguna evidencia que sugiere que el virus puede propagarse a través de la madre (si está infectada durante el embarazo) al bebé durante el parto, o a través de la leche materna. Pero los CDC todavía recomiendan que las mujeres amamanten a sus bebés porque el riesgo de contagio a las criaturas todavía no se ha determinado exactamente y los beneficios de dar pecho sí son conocidos y son numerosos.
Hay que conocer los síntomas para reaccionar a tiempo.
Entre los síntomas leves del virus del Nilo Occidental, están los siguientes:
  • Dolor de cabeza.
  • Dolor en las articulaciones.
  • Vómitos.
  • Fiebre.
  • Erupción cutánea.
  • Inflamación de las glándulas linfáticas.
Entre los síntomas serios que pueden conducir al desarrollo de una enfermedad grave, y que requieren atención médica y hospitalización inmediatas, están los siguientes:
  • Fiebre alta.
  • Dolor de cabeza muy fuerte.
  • Rigidez en el cuello.
  • Letargo o desorientación.
  • Temblores o convulsiones.
  • Debilidad muscular.
  • Pérdida de la visión.
  • Entumecimiento y parálisis.
Y si lo contraes ¿cómo se trata?
No existe un tratamiento específico para el virus del Nilo Occidental, y la mayoría de las personas que lo contraen se recuperan solas. Tampoco existe una vacuna para combatirlo. De todas formas, los CDC recomiendan que consultes a un médico de inmediato si experimentas los síntomas serios mencionados y, sobre todo, que trates de protegerte del virus evitando las picaduras de mosquito. Protégete a ti y a toda tu familia tomando algunas medidas simples pero efectivas:
  • Evita estar al aire libre especialmente durante el amanecer, el atardecer y las primeras horas de la noche. Los mosquitos están más activos durante ese tiempo.
  • Si tienes que estar al aire libre, usa repelente para insectos.
  • Usa pantalones y camisas de mangas largas para proteger la mayor área del cuerpo posible.
  • No dejes agua estancada al aire libre en recipientes abiertos como floreros, cubos (baldes, cubetas), piscinas de niños, macetas, etc.), y cambia con frecuencia el agua de tus mascotas. Los mosquitos ponen sus huevos en el agua estancada.
  • Instala mallas protectoras en las puertas y en las ventanas de tu casa para impedir que entren los mosquitos. Y si es posible, mantén las puertas y las ventanas cerradas.
A pesar de su peligro potencial, lo cierto es que las personas que contraen el virus del Nilo Occidental rara vez desarrollan una enfermedad grave. Eso no significa, por supuesto, que puedas descuidarte. Toma todas las medidas indicadas para evitar las picaduras de los mosquitos, enseña a tus hijos a que las tomen, y mantente alerta a los síntomas para buscar ayuda médica inmediata si fuera necesario.

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